Con gran alegría recibimos en la Mariápolis Lía a una persona muy especial: Regina Ito, brasileña de origen Japonés. Al llegar, Regina compartió su emoción y sorpresa, a pesar de haber visitado antes la Ciudadela. Esta vez, saber que sería su hogar la llenó de gratitud y reverencia. «Sentí como si pisara tierra sagrada», nos confesó. Para Regina, la Ciudadela es el fruto de años de entrega total a Dios por parte de quienes la construyeron. Sintió una fuerte conexión con la presencia de María y Chiara Lubich; comprendió que su misión ahora es seguir el camino que Dios le tiene trazado cada día, para que este lugar siga siendo un faro de unidad para la humanidad.

Regina también nos habló sobre su vida en Brasil, donde vivió una experiencia única junto a Ginnetta Calliari, una de las primeras compañeras de Chiara. Durante 22 años compartió con ella el inicio de proyectos fundamentales como la Economía de Comunión y el Movimiento Político por la Unidad. Regina considera este tiempo una gracia inmerecida, destacando la profunda fe y la confianza en la providencia que caracterizaron esos años. Fue testigo de cómo, a través de la oración y el esfuerzo, una comunidad dedicada logró edificar una ciudadela de amor y unidad.

La llegada de Regina representa un nuevo capítulo para la Mariápolis Lía, lleno de esperanza y compromiso con el legado de Chiara y Ginnetta.