Burset, Laura Beatriz

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9 – 5 – 1971 — 7 -3 – 2025

  1. Querida hija, hermana, mamá y amiga Laura Beatriz Burset,
  2. En el año 1990 y 1991, viviste una experiencia transformadora en la Maríapolis Lía,
    donde se encendió en ti una llama de fe, amor y esperanza que nunca se apagó.
    Como segunda hija de ocho hermanos, hija de Hugo y Elida, fuiste una persona muy presente,
    trabajadora, tenaz, espontánea y auténtica. Siempre llena de sueños y esperanza, irradiabas
    amor a quienes te rodeaban. Como madre, dejaste un legado precioso en tu hija Chiara, quien
    estará siempre agradecida por el amor y la dedicación que le brindaste.
    Tu fe en Dios te dio la fuerza y la serenidad para vivir cada momento con amor y entrega. En
    tus últimos días, nos enseñaste a vivir el momento presente y a encontrar la fortaleza en Dios.
    Tus palabras escritas en tu diario son un testimonio de tu fe y amor: “El momento es Hoy”;
    “Querido Dios, Te amo, sé que estás preparando mi camino y el de todos a mí alrededor.
    Gracias”… En los últimos meses, te acomodaste a una realidad nueva con amor y entrega,
    como escribiste: “Hoy es un nuevo comienzo”.
    Tu deseo de que tus restos descansen en la Maríapolis es un reflejo de la conexión que sentías
    con ese lugar y con la fe que te sostuvo en momentos difíciles. Amadísima Laura, hija,
    hermana, madre, amiga, tu historia y tu esencia han dejado un legado en cada uno de
    nosotros. Has sido fuente de amor y de luz, y has dejado huella en tantos.
    El amor te protege, te envuelve y te mantendrá siempre con Dios y con nosotros. En el
    hospital, en tus últimos días, remarcaste la atención amorosa de las enfermeras y el médico, y
    el acompañamiento de la familia. A pesar de tus circunstancias, viste el amor en nosotros y nos
    enseñaste a valorar cada momento. Y a pesar de tu dolor y tus miedos, ofreciste todo a Dios
    por otros que estén sufriendo más que vos. Gracias por tanto.
    Tu legado es un ejemplo de fortaleza, trabajo y amor. Siempre estarás en nuestros corazones,
    y tu luz y faro nos iluminarán desde el cielo. Descansa en paz, querida Laura. Estarás en
    nosotros siempre. Te amamos, y te agradecemos por todo lo que nos enseñaste.
    Tu partida nos deja un vacío, pero tu amor y recuerdo permanecerán en nosotros para
    siempre.
    Con amor, tu familia que te ama. Esto no es un adiós, es un hasta pronto.

Testimonio de una gen que compartió la experiencia con Laura
Compartimos un año en la Mariapoils en el ’90. Y luego nos reencontramos con muchísima
alegría hace unos 10 años y luego nos volvimos a ver en noviembre del año pasado. Laura
siempre con su alegría y una humildad desbordante. Me compartía sus experiencias con SED
de vida de unidad y con el deseo de saberse en el camino de Chiara más allá de no estar
participando activamente en la obra de María. Admire su capacidad de adaptarse, su simpleza,
la flexibilidad en el amar, su perenne alegría aún en la inmensas dificultades de la vida, no
hacía pesar. Hablamos hasta el día anterior y siempre me decía, gracias y cuánto nos quería. Y
aún en su inmenso dolor no escuché una queja de ella. Una vez más, gracias Lauri querida, tu
sonrisa espontánea y profunda estará siempre en mí.
Constanza Isola

Habilidades

Publicado el

7 de junio - 2025

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