09/09/1930- 15/06/2018
Aquiles está feliz en la Mariápolis. Desde que vino por primera vez, en
junio de 1987, para traer a su hija que venía a hacer la experiencia,
esta Ciudad se volvió su casa, y él comenzó a sentirse el papá de
todas y todos. Cada vez que venía de visita traía Providencia para “la
Casita”, y también -para ayudar a la economía de la Ciudadelaconsiguió que algunos comercios bastante importantes compraran
dulces y camisas producidos por sus habitantes. Después de escuchar
a Micaela presentar la Ley de la Ciudad, la Regla de Oro, él quiso hacer
enseguida un acto de amor convidando un mate a quien estaba cerca.
Aquiles siempre tuvo una actitud paternal para con cada miembro de
la familia focolar, sin distinción, abrazando a cada uno, revalorizando
y acompañando la vocación de su hija y valorizando como familia a
todos sus afectos. Fue un ejemplo de compañerismo y respeto. Como
dice Adrián, “papá supo interpretar al 100%, más que muchos de
nosotros, sin una dialéctica espiritual y religiosa, el verdadero
espíritu del Movimiento!!!”.
De hecho habían pasado más de 25 años desde que Mabel dejó la casa
paterna para venir a hacer la experiencia cuando Aquiles le dijo:
“Pensar que al inicio nos opusimos a que entraras en el Movimiento y
ahora vos nos mostras el camino”…
Esposo enamorado. Padre, hermano y abuelo generoso
“Siempre estaba disponible para traernos y llevarnos a nosotros y a
nuestros amigos. También durante la madrugada, cuando volvíamos
de una fiesta.- afirma Mabel- Recuerdo un día que la sala quedaba a
dos cuadras de casa y hubiera podido venir caminando, pero como el
padre que nos alcanzaría no vino lo desperté y sacó el auto para
hacer la recorrida dejando primero a varias de mis compañeras que
vivían más lejos… Siempre entre chistes y preguntas incómodas para
un adolescente, intentando de esa manera relacionarse con nuestro
mundo… Pero jamás un reclamo.
Hincha de San Lorenzo de Almagro
Bancario apasionado
De los 16 a los 50 años trabajó en la Casa Central del Banco Provincia
de Buenos Ares. El Banco era su casa. Siempre observamos en Aquiles
vehemencia por la defensa y acompañamiento institucional… Fue
confiable, competente, dedicado y ordenado. Transmitió a su familia
cariño por sus compañeros y clientes.
“Años después de su muerte -dice Mabel- supe que un famoso y
prestigioso funcionario público conocido por su solidaridad, que
siendo joven trabajó con papá en el Banco, lo recuerda con respeto,
como un ejemplo de compromiso con el trabajo.”
Fanático del ciclón, más por haber nacido en el barrio que por su amor
al deporte; “la única vez que lo vimos arrodillado con los brazos en alto
fue cuando el equipo salió campeón. Otra vez lo vimos dandole besitos
a una revista, número especial del Papa Francisco.” Resulta que en la
foto el Pontífice tenía entre las manos a la bandera del Campeón de
Almagro!
La fraternidad le ganó a sus ideas
Fue crítico vehemente de la política, la historia contemporánea, y el
periodismo político… Defendía sus ideas en forma apasionada, pero
aún así, fue amigo de muchos supuestos enemigos y solidario con las
personas, aún si el otro pensaba diferente.
Una frase de Aquiles
“La vida es así, hay que pelearla para salir”